UN JARDÍN QUE SE PERDIÓ
Alguna vez un alguien del que no tengo razón exacta, inventó un cementerio simbólico, un espacio donde una matica, unas hojas verdes dieran testimonio de lamas y personas que pasaron por la Universidad y ya no están allí ni en otro lugar en éste mundo… Éste es un registro de lo que fue aquel jardín, y quizá de lo que pudo en alguna forma recrear al permitir ser vida: sonreír o brotar, ser testimonio de la existencia.
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