jueves, 1 de mayo de 2008

UN JARDÍN QUE SE PERDIÓ

Alguna vez un alguien del que no tengo razón exacta, inventó un cementerio simbólico, un espacio donde una matica, unas hojas verdes dieran testimonio de lamas y personas que pasaron por la Universidad y ya no están allí ni en otro lugar en éste mundo… Éste es un registro de lo que fue aquel jardín, y quizá de lo que pudo en alguna forma recrear al permitir ser vida: sonreír o brotar, ser testimonio de la existencia.

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